Un modelo diferente

Con frecuencia, muchas de las personalidades que visitan Gipuzkoa y el País Vasco nos hacen la misma pregunta. ¿En qué radica la diferencia entre su situación económica y la de España? ¿Cómo han conseguido ustedes unas cifras tan envidiables en comparación con las del Estado?

Y realmente creo que a las preguntas de estos destacados visitantes, el último fue, por ejemplo, el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern, la única verdadera respuesta es explicarles que desde las herramientas del autogobierno, y liderados por el nacionalismo, este país ha hecho una seria apuesta por la economía productiva. Este país, sus empresarios, sus trabajadores, las instituciones, hemos tenido un estilo de afrontar el futuro basado en el trabajo, el compromiso y la eficacia.

Fruto de ello es, por ejemplo, que Gipuzkoa pueda mantenerse en el 8% de paro, frente al 20% del Estado, o que estemos bastante por encima de la media del Estado e incluso de la media europea en el porcentaje del PIB que dedicamos a I+D+i. Dicho de otra manera, hemos apostado sin complejos por la industria y hemos creído en la calidad y en la innovación.

Por el contrario, el modelo de Zapatero y López inspirado en improvisaciones se ha derrumbado y sólo han generado desconfianza.