No le entiendo, hábleme en castellano

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La anécdota que voy a relatar ocurrió hace pocas semanas en una gasolinera de la N-1 entre Donostia y Beasain.

Un joven donostiarra muy concienciado con los derechos lingüísticos de la ciudadanía vasca llenó el depósito de su automóvil y se acercó al mostrador del interior de la gasolinera para realizar el pago. Se dirigió al cajero en euskara: “hirugarrena mesedez”. El cajero le respondió “no le entiendo, hábleme en castellano por favor”.

El donostiarra repitió la frase “hirugarrena mesedez”, esta vez señalando el número tres con los dedos de su mano derecha. La respuesta del cajero fue la misma: “no le entiendo, hábleme en castellano por favor”.

A continuación la conversación se repitió una y otra vez sin que ninguno de los dos protagonistas de la historia modificara su actitud. Transcurrieron diez minutos y comenzó a formarse una cola bastante larga. El joven donostiarra miraba para atrás y detectaba una creciente incomodidad y enfado en los que estaban esperando en la cola.

Hasta que el cajero no aguantó más y, con malos modos, cobró el importe de la gasolina y nuestro amigo pudo volver a su coche.

En el momento en el que abandonaba el local se fijó en que la persona que pasó a pagar a continuación se dirigió al cajero con la siguiente frase: “laugarrena mesedez”, mientras le señalaba el número cuatro con la mano derecha.

Un pequeño comentario para finalizar: escribo este post en castellano porque refleja perfectamente el esfuerzo constante que tenemos que hacer los euskaldunes para poder vivir en nuestro idioma con normalidad, esfuerzo que en gran medida no es visible para los no euskaldunes.

Muchas veces ocurre que por comodidad los euskaldunes pasamos al castellano precisamente para evitarnos problemas e incomodidades como las que se relatan en esta anécdota. Es algo que debemos superar, tal y como hace el joven donostiarra de la historia.

Pero se tiene que producir un cambio de actitud en los ciudadanos vascos que no hablan euskera. No son de recibo las constantes faltas de respeto que tenemos que sufrir los euskaldunes en comercios, cines, gasolineras, servicios públicos, empresas, etc., etc. Por eso he escrito el post en castellano, porque quiero que tenga reflejo también (o, sobre todo) en aquellas personas que no dominan el euskera.