Kabia

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El nombre “Kabia” (nido) es bonito y suena bien. Es agradable identificarlo con la atención residencial a las personas mayores. Pero no caigamos en la trampa: Bildu sigue la estrategia del cuco, que una vez depositado su huevo en un nido de otra ave, se deshace del resto. Y es que el gobierno foral nos presenta un organismo autónomo para, supuestamente,dar cabida a las dieciséis residencias municipales que deben ser transferidas a la Diputación. Su planteamiento es según la propia Diputación “poco eficiente” para ello, pero sirve para su decisión política, que no es otra que la de quitar del medio al tercer sector (asociaciones sin ánimo de lucro) y las empresas privadas del territorio con los que se conciertan actualmente gran parte de los servicios sociales ofrecidos por la Diputación Foral de Gipuzkoa, y gestionar todos los servicios sociales directamente. Un cambio de modelo de gestión en toda regla.

No podemos decir que nos pilla por sorpresa. Los amplios consensos alcanzados en las Juntas Generales de Gipuzkoa en cuanto al modelo de servicios sociales de Gipuzkoa, que fue ampliamente debatido en la legislatura anterior, no han gustado nunca al actual diputado foral de Política Social Ander Rodríguez. Cuando las Juntas Generales aprobaron con los votos favorables de EAJ-PNV, Alkarbide, PSE y PP que el modelo de servicios sociales se sustentaba en “una red pública concertada con el tercer sector y el tejido empresarial”, el entonces juntero Ander Rodríguez llegó a escribir que se trataba del “establecimiento de la hegemonía de los intereses de las empresas” y del “sometimiento a los intereses de determinada clase social”.Curiosa manera de definir a entidades sin ánimo de lucro y a empresas privadas que tienen actualmente un margen de beneficio máximo del 3% por Norma Foral.

Bildu se presentó a las elecciones forales diciendo que “como principio general, los servicios sociales serán de gestión pública”; y una vez en el gobierno, marcó como estrategia la “publificación de los servicios de responsabilidad foral de modo progresivo y estratégico”, creando para ello “la estructura necesaria para la gestión directa de servicios”.

Esa estructuraes Kabia. Su herramienta para hacer públicos todos los servicios de responsabilidad foral. Deshaciéndose para ello de los servicios prestados durante tantos años por entidades como ATZEGI, GUREAK, ASPACE, GAUTENA, AGIFES, MATIA, CRUZ ROJA, CARITAS, etc. Y han sido claros en la redacción del proyecto de norma foral de KABIA, al establecer que la Diputación avanza “hacia un cambio de modelo orientado a la gestión directa de los servicios sociales en Gipuzkoa”, y que las funciones del organismo son “la provisión de los servicios sociales de atención secundaria regulados en el apartado 2 del artículo 22 de la Ley … de Servicios Sociales”, entre las que se encuentran no solamente los centros residenciales para personas mayores, sino también para  personas con discapacidad, enfermedad mental, menores en situación de desprotección, personas en situación de exclusión y marginación, mujeres víctimas de maltrato doméstico, etc.

Bildu sabe que no tieneposibilidad económica para hacerlo todo ahora, pero deja la puerta abierta, “a futuro, dentro de las posibilidades presupuestarias”, porque ha adoptado una “decisión política”: la de “mantener e incrementar progresivamente la gestión directa de servicios actualmente contratados con operadores ajenos a la administración”.

Por lo tanto, y recopilando, Bildu no crea el organismo autónomo KABIA sólo para asumir las dieciséis residencias municipales, lo crea para cargarse el modelo actual de todos los servicios sociales. No compartimos en absoluto este planteamiento.

EAJ-PNV va a tratar de impedir el planteamiento socialmente retrógrado de Bildu. No puede calificarse de otra manera.Porque es únicamente ideológico. Porque no se basa en un planteamiento de mejora del servicio. Porque dilapida la experiencia y conocimientos acumulados por estas entidades durante tantos años y que se traduce en calidad del servicio y cercanía. Porque desincentiva absolutamente la iniciativa social y el voluntariado. Recordemos que se trata de entidades que se constituyeron para defender los intereses de diferentes colectivos que empezaron a prestar servicios mucho antes que la propia administración, y que acabaron por conseguir que todos pudiéramos disfrutar de ellos, formando parte de la red pública.

EAJ-PNV propone que los esfuerzos se centren en lo prioritario: la asunción inmediata de las dieciséis residencias municipales, y la calidad del servicio prestado. El tercer sector es muy potente en Gipuzkoa. Aquellos servicios que no sólo funcionan bien, sino que son una referencia, proponemos aprovecharlos, canalizarlos y orientarlos desde la Diputación. Y sí en cambio cambiar aquellos que no funcionan: es el caso de los servicios prestados a menores en situación de desprotección, que se gestionan a través de un sector excesivamente atomizado y sin una estructura fuerte.

EAJ-PNV va a tratar de impedir que por una decisión política de Bildu se empeore la calidad de los servicios sociales que se prestan actualmente en Gipuzkoa, aunque nos quedemos solos. Como tratará también de impedir que Bildu se deshaga del tercer sector; que el cambio de modelo cueste más caro a la administración foral (de media un 50% más), y por tanto, al bolsillo de todos los guipuzcoanos y guipuzcoanas; que, en consecuencia, el copago de las personas usuarias sea mucho más elevado por el aumento del coste del servicio; que se traslade a trabajadores y trabajadoras del sector que van a acabar siendo funcionarios, cuando todos sabemos que para ellotendrían que sacar una plaza. Tratar de impedir, en definitiva, que hagan con los servicios sociales de Gipuzkoa lo mismo que el cuco en el nido ajeno. Y el cuco, ha alcanzado ya ese nido. No dejemos que se instale.